La Eficiencia Energética y los Desafíos para el Paraguay

Fabio Lucantonio

Fabio Lucantonio

Experto en Energía, Conservación y Eficiencia Energética.

Las tendencias mundiales de economías y sectores se replican en mayor o menor medida en Paraguay y los temas referentes a la eficiencia energética no escapan a esa regla. Los procesos no son tan veloces como en otras regiones que reconocen la con urgencia en descarbonizar sus economías. En nuestro país, los recursos destinados actualmente son exiguos y resulta dificil comprender el porqué, considerando que los beneficios que se pueden obtener son prometedores en lo que respecta a ahorros económicos, mejoras en producción de bienes, productos más competitivos y lograr la sostenibilidad.

En este resumen, en el sector industrial donde el proceso de consumo energético consta de dos etapas: i) la producción de vapor, calor, fuerza mecánica, etc. a partir de diferentes energéticos y ii) el uso del vapor, calor o la fuerza mecánica en los diferentes procesos de fabricación, obteniéndose una eficiencia en la PRODUCCIÓN y otra eficiencia en el USO. Con el producto de ambas se obtiene la eficiencia GLOBAL. El producto de la demanda de energía final por la eficiencia global es la demanda de energía útil y la diferencia son las pérdidas.

Para determinar la eficiencia de producción se utilizan referencias provenientes del catálogo de los fabricantes, para determinar la eficiencia del uso es necesario realizar mediciones, las cuales representan un elevado costo por los procedimientos para la medición. Para medir las eficiencias es necesario realizar AUDITORIAS ENERGÉTICAS que permiten revelar los parámetros termodinámicos de las plantas industriales. El trabajo realizado con eficiencias medidas es requerido para realizar diagnósticos, elaborar portafolios de alternativas de mejoras y planes de eficiencia energética.

En el año 2019 de acuerdo con el Balance Energético Nacional (BEN), el consumo final de energía fue 6.413.410 TEP (toneladas equivalentes de petróleo), el sector residencial y comercial representó el 30,5%, transporte el 40,7%; industria 25,3%, público y otros 3,6%.

El Consumo de energía de los sectores Industria, Minería y Construcción están concentrados en los subsectores denominado Resto alimenticios 49% (elaboración de: frutas, aceites, lácteos, almidones y derivados, panadería, azúcar, fideos, comidas y otros productos alimenticios, etc.); No Metálicos 25,3% (fabricación de: vidrios, refractarios, materiales de construcción, porcelana, cerámica, cemento, cal, yeso, hormigón, cemento; corte y acabado de piedras. ); Textil y Cuero 6,0% y el resto 16,9%.

Por su parte existen tres usos energéticos que centralizan el 97,8% del consumo neto total del sector industrial: Fuerza Motriz el 41,7%; Calor Directo con el 31,2% y Vapor con 24,9%. En la estructura por fuentes de energía útil la leña representa el 45,2%, los residuos de biomasa 33,5%; y la electricidad el 12,3%.

El rendimiento de utilización promedio del sector Industria, Minería y Construcción es 64,6%; comparando con el BEU Uruguay el rendimiento de utilización es 71%, sin considerar las plantas de celulosa. Para poder cuantificar de manera práctica si se mejorase 1% el rendimiento en nuestro país para el sector de las industrias, tendríamos un ahorro equivalente a 15 millones de litros de fuel oíl o 6.000 toneladas de leña.

Por lo tanto, existe un gran potencial de ahorro a través del uso eficiente de energía en todos los sectores de nuestra economía, para lo cual, se deben adoptar buenas prácticas, esquemas sólidos, auditorías energéticas y normas eficientes. En este radica el gran desafío que tiene el Paraguay.